En el
cristianismo,
agnus Dei o
agnusdéi (traducido del
latín,
Cordero de Dios) se refiere a
Jesucristo como víctima ofrecida en sacrificio por los
pecados de los hombres, a semejanza del cordero que era sacrificado y consumido por los
judíos durante la conmemoración anual de la
Pascua. Este título le fue aplicado por el
profeta san Juan Bautista, durante el episodio del
bautismo de Jesús en el río
Jordán, según se relata en los
evangelios:
Esta imagen del
Mesías como Cordero de Dios proviene de los textos proféticos, especialmente
Isaías (Is 53, 7) y
Ezequiel (Ez 46, 13-15), y es asumida en toda su plenitud primero por
san Pablo en I Co 5, 7, y por
san Juan en el
Apocalipsis, libro en el que el Cordero de Dios aparece como representación directa de Jesucristo como Salvador y Juez:fidedigna river versailles