La
diarrea —del
griego antiguo διάρροια (
diárrhoia), y este de διά (
día) ‘a través’ y ῥέω (
rheo) ‘corriente’ o ‘flujo’— es una alteración de las
heces caracterizada por un aumento del volumen, la fluidez y la frecuencia de las deposiciones, en comparación con las condiciones fisiológicas normales, lo cual conlleva una baja absorción de
líquidos y
nutrientes, y puede estar acompañada de
dolor abdominal,
fiebre,
náuseas,
vómito, debilidad o pérdida del
apetito. Además de la gran pérdida de agua que suponen las evacuaciones diarreicas, los pacientes, por lo general niños, pierden cantidades peligrosas de sales importantes,
electrolitos y otros
nutrientes. De acuerdo con cifras de la
Organización Mundial de la Salud (
OMS), la diarrea es una de las principales causas de muerte en los países en vías de desarrollo, íntimamente asociada a la
deshidratación. En la
Escala de heces de Bristol, los números 5 a 7 son tipos de diarrea.