La
dinamita es un
explosivo muy potente compuesto por nitroglicerina, una sustancia explosiva líquida a temperatura ambiente y muy inestable que al ser absorbida en un medio sólido (inicialmente, caparazones silíceos de
diatomeas), se convierte en un explosivo más estable. La dinamita fue inventada por
Alfred Nobel en 1867, sustituyendo rápidamente a la nitroglicerina para aplicaciones industriales, minería, y armamento. Desempeña un papel muy importante en trabajos como la excavación de montañas, la construcción de carreteras, demoliciones y en general cualquier obra pública que requiera el movimiento de masas rocosas.