El
Imperio sasánida (en
persa medio: ,
Erānšahr o
Iranšæhr; "Dominios de los iranios" en
español) es el nombre que recibe el segundo Imperio persa durante su cuarta dinastía irania (
226-
651). La dinastía sasánida fue fundada por
Ardacher I tras derrocar al último rey
arsácida,
Artabán IV de
Partia, y terminó cuando el último
Shahanshah (
Rey de reyes) sasánida
Yazdgerd III (
632-
651) perdió una prolongada guerra de 14 años contra el primero de los califatos islámicos. El territorio del Imperio persa sasánida comprendía los actuales países de
Irán,
Irak,
Armenia,
Afganistán y partes del este de
Turquía y
Siria, además de parte de
Pakistán, el
Cáucaso,
Asia Central y
Arabia. Además, durante el gobierno de
Cosroes II (
590-
628), se anexionaron al imperio los territorios de los actuales
Egipto,
Israel,
Jordania,
Líbano y los
Territorios Palestinos, llegando a ejercer un "protectorado" sobre territorios actualmente correspondientes a
Omán y
Yemen.