Una
deidad o un
dios es un ser presumiblemente
sobrenatural al que normalmente se le atribuyen poderes importantes (aunque a algunas deidades no se les atribuye poder alguno). Puede ser
adorado, concebido como
santo,
divino,
sagrado o
inmortal, tenido en alta estima, respetado o temido por sus adeptos y seguidores. Las deidades se representan con gran variedad de formas, pero con frecuencia con forma humana o animal; se les asignan personalidades y conciencias,
intelecto, deseos y emociones como los humanos. Se le atribuyen
fenómenos naturales tales como rayos, inundaciones y tormentas, así como
milagros. Pueden ser concebidos como las autoridades o controladores de cada aspecto de la vida humana (tales como el nacimiento, la muerte o la otra vida). Algunas deidades son consideradas las directoras del tiempo y el propio destino, los dadores de la moralidad y las leyes humanas, los jueces definitivos del valor y el comportamiento humanos y los diseñadores y creadores de la
Tierra o el
Universo. Sin embargo, en las religiones
monoteístas abrahámicas se considera
blasfemo imaginar a la deidad con cualquier forma concreta.