Escoto se refiere al nombre que dieron originalmente los
antiguos romanos a una tribu de colonos celtas que provenían de
Irlanda y arrasaron el norte de la
Britania romana. Instalados en las «Tierras Altas Occidentales» de
Escocia y, posteriormente, al extenderse por
Escocia durante los siglos IV y V, dieron su nombre a dicho país. Su nombre fue después sustituido por el término «Gael», del celta
Gaidheal/Gaedheal, que hoy da nombre a su lengua celta, el
gaélico escocés. Las belicosas tribus de los escotos, junto con los
pictos y los misteriosos
atticotti, causaron amplios problemas a la administración romana de la provincia de
Britannia, con redadas e incursiones violentas. Al evacuar la isla los romanos y dejarla en un estado de
anomia y guerra endémica, muchos escotos se vieron en control de las partes oeste de
Gran Bretaña, tras haber emigrado y colonizado las costas de
Gales y Escocia.