Una especie se considera
en peligro de extinción, sea
vegetal o
animal cuando todos los miembros vivos de dicha especie están en peligro de desaparecer. Esto se puede deber tanto a la
depredación directa sobre la especie como a la desaparición de un
recurso del cual depende su vida, tanto por la acción del hombre, debido a cambios en el
hábitat, producto de hechos fortuitos (como
desastres naturales) o por cambios graduales del
clima.