La
metodología arqueológica permite planificar las
excavaciones, cateo o prospecciones basándose en hipótesis y modelos que permiten analizar lo extraído o encontrado en campo a los
arqueólogos,
geólogos y
antropólogos. A modo de ejemplo, contrario al uso de metodología arquelógica se encontraban los exploradores que estudiaron las
pirámides de Egipto y cuyo objetivo era encontrar piezas o construcciones a partir de las cuales poder deducir datos de la
antigua sociedad.