El
exoesqueleto (del
griego ἔξω,
éxō "exterior" y
σκελετός,
skeletos "esqueleto") es el
esqueleto externo continuo que recubre, protege y soporta el cuerpo de un
animal,
hongo o
protoctista. Un exoesqueleto o
dermoesqueleto recubre toda la superficie, de todos los animales del filo
artrópodos (
arácnidos,
insectos,
crustáceos,
miriápodos y otros grupos relacionados), donde cumple una función protectora, de respiración y otra mecánica, proporcionando el sostén necesario para la eficacia del aparato muscular.