Los
faliscos (en
falisco:
falisci) fueron un antiguo pueblo
itálico que habitaban la ciudad de
Falerii y una considerable extensión de territorio circundante, el
ager Faliscus. Hablaban una lengua
itálica, el
falisco, tan estrechamente relacionada con el
latín que se puede considerar como uno de sus
dialectos. A pesar de la considerable influencia
etrusca, los faliscos conservaron, además de su lengua, muchos rasgos de su origen itálico, tales como la adoración de
Ceres,
Mercurio o
Marte, y el culto del dios
Sorano por los
Hirpi Sorani.