El
notario (
latín notarius) (en muchas legislaciones de
América Latina también llamado
notario público, no así en el
derecho anglosajón: especialmente en
Estados Unidos y en
Canadá no debe confundirse un con un ) es, en términos generales, un
funcionario cuya intervención otorga carácter público a los documentos privados y los autoriza a tal fin con su
firma. Es un
ministro de fe que garantiza la legitimidad de los
documentos que interviene, y cuyos actos se hallan investidos de la
presunción de verdad, propia de los funcionarios públicos, y está habilitado por las
leyes y reglamentos para conferir fe pública de los
contratos y actos extrajudiciales, originados en el marco del
derecho privado, de naturaleza
civil y
mercantil, así como para informar y asesorar a los ciudadanos en materia de actas públicas sobre hechos, y especialmente de cuestiones testamentarias y de derecho hereditario.