Las
fichas se utilizan para registrar y resumir los datos extraídos de
fuentes bibliográficas (como
libros,
revistas y
periódicos) o no bibliográficas. Tradicionalmente las fichas eran tarjetas de forma
rectangular de diversos tamaños, pero a partir de finales del siglo XX se empezaron a usar
bases de datos y otros soportes electrónicos para almacenar la información. Las fichas se utilizan como medios para realizar un trabajo de
investigación. Contienen datos de identificación de las obras,
conceptos,
ideas,
resúmenes,
síntesis, entre otros. Las fichas se almacenan en un fichero o archivo, un sistema real o virtual de organización de la información mediante una clasificación determinada. Existen diversos tipos de fichas.