La
flagelación (del latín
flagellum, "látigo") es el acto de golpear metódicamente el cuerpo humano con implementos especiales como
látigos,
correas,
varas,
cuerdas, etc. Generalmente la flagelación se aplica contra la voluntad del receptor como una forma de
castigo corporal; sin embargo también puede recibirse voluntariamente o aplicarse sobre uno mismo en contextos religiosos o sadomasoquistas. Los azotes se dirigen generalmente a la espalda desnuda del receptor, aunque en otros contextos se pueden aplicar sobre otras áreas del cuerpo.