El
foso es una trinchera profunda, a veces llena de agua, excavada para formar una barrera contra ataques a las
murallas de los
castillos u otras fortificaciones. Una fosa dificulta el acceso de las máquinas de asedio, como la
torre de asedio o el
ariete, que necesitan estar junto al muro para ser eficaces. Una característica muy importante es que dificulta mucho los intentos de minar los cimientos de los muros mediante túneles con vista a colapsarlos, por una parte obligando a profundizar más en la excavación y en caso de haber agua, esta inundaría esos túneles o causaría que se tuvieran que reforzar mucho.