Se denomina
geofagia (del
griego geo, tierra, y
phagein, comer) a la práctica de comer
tierra o sustancias terrosas, como
arcilla y
creta. Este comportamiento alimentario se da en algunos animales en la naturaleza y también en los seres humanos, sobre todo entre niños y mujeres embarazadas en sociedades rurales o preindustriales. La geofagia humana puede estar relacionada con la
pica, un
desorden alimenticio caracterizado por una necesidad anormal de consumir sustancias no alimenticias.