El nombre génesis proviene del griego γένεσις (/guénesis/), ‘nacimiento, creación, origen’. Es una
ruta metabólica anabólica que permite la
biosíntesis de
glucosa a partir de precursores no
glucídicos. Incluye la utilización de varios
aminoácidos,
lactato,
piruvato,
glicerol y cualquiera de los intermediarios del
ciclo de los ácidos tricarboxílicos (o ciclo de Krebs) como fuentes de
carbono para la vía metabólica. Todos los aminoácidos, excepto la
leucina y la
lisina, pueden suministrar carbono para la síntesis de
glucosa. Los Ácidos grasos de cadena par no proporcionan carbonos para la síntesis de glucosa, pues el resultado de su β-oxidación (
Acetil-CoA) no es un sustrato gluconeogénico; mientras que los ácidos grasos de cadena impar proporcionarán un esqueleto de carbonos que derivarán en Acetil-CoA y Succinil-CoA (que sí es un sustrato gluconeogénico por ser un intermediario del ciclo de Krebs) Algunos tejidos, como el
cerebro, los
eritrocitos, el
riñón, la
córnea del ojo y el
músculo, cuando el individuo realiza actividad extenuante, requieren de un aporte continuo de glucosa, obteniéndola a partir del
glucógeno proveniente del
hígado, el cual solo puede satisfacer estas necesidades durante 10 a 18 horas como máximo, lo que tarda en agotarse el glucógeno almacenado en el hígado. Posteriormente comienza la formación de glucosa a partir de sustratos diferentes al glucógeno.