La denominada
Guerra Civil de Navarra fue un conflicto de sucesión que se inició en
1451, diez años después de la muerte de la reina
Blanca I de Navarra, tras usurpar la corona su segundo marido
Juan II de Aragón, rey
jure uxoris (por matrimonio), que se enfrentó a su hijo
Carlos de Viana por el dominio sobre el reino. Este conflicto facilitó la
Conquista de Navarra por los reinos unificados de
Castilla y
Aragón. Fue un enfrentamiento de sabotajes largo pero no sangriento, constando sólo tres hechos luctuosos, dos asesinatos y cuando en 1454 en la
Baja Navarra el vizconde de Aster, agramontés, fue alcanzado por una piedra lanzada desde el castillo de
Garriz.