Las dos escuelas clásicas del hedonismo, formuladas en la
Grecia antigua, son la
escuela cirenaica y los
epicúreos:
- Escuela cirenaica: Se plantea que los deseos personales se debían satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás. Esta teoría fue expuesta por el grupo de los Cirenaicos. (Primero mis dientes, luego mis parientes).
- Epicúreos: Formulada por los epicúreos o hedonistas racionales, seguidores del filósofo Epicuro de Samos, quien vivió en Grecia entre 341 y 270 a. C. La doctrina que predicó Epicuro de Samos se ha modificado o confundido a través de la historia, hasta el punto que algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron un asceta. Él consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque muchas personas contienen el placer como algo que excita los sentidos. Epicuro consideró que no todas las formas de placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son los placeres sexuales. Según él, existen otras formas de placer que se refieren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción. También afirmó que ningún placer es malo en sí, solo que los medios para buscarlo pueden ser el inconveniente, el riesgo o el error.