La
isogamía (del griego
isos igual y
gamos, matrimonio) es una forma de reproducción sexual propia de los
vegetales en la cual los dos
gametos que se unen para formar el
cigoto son idénticos en estructura y tamaño.
En ocasiones, cuando los
gametos provienen de una misma
célula no pueden unirse entre sí. Para que la unión se lleve a cabo es necesaria la existencia de fragmentos provenientes de dos estirpes diferentes pero que sean compatibles, por ejemplo, algunas
algas marinas incluyendo la
ulva. Dada la similitud de los gametos que intervienen en la isogamia, no es posible considerarlos masculinos y femeninos, ya que son totalmente iguales, simplemente se les denomina como positivos o negativos para la
reproducción.