El
ritmo cardíaco es la sucesión regular de sístoles y diástoles de la musculatura del corazón, la que en condiciones normales se contrae a razón de 70 a 75 veces por minuto. El ritmo es controlado por el
nodo sinoauricular, una pequeña formación de tejido especializado que se localiza en la
aurícula derecha y que de forma regular y espontánea produce impulsos eléctricos que se transmiten a las dos aurículas y, a través de otras formaciones especializadas –
nódulo de Aschoff-Tawara y
fascículo de His–, a los ventrículos; el resultado es la generación de las contracciones cardíacas a un ritmo regular. La disfunción o la alteración del tejido conductor ocasionan trastornos del ritmo cardíaco como extrasístoles, taquicardias o bradicardias.