La
nebulosa protosolar fue la nube de gas o
disco de acrecimiento en la que se formó el
sistema solar. La hipótesis nebular fue propuesta en
1755 por el
geógrafo y
filósofo alemán
Immanuel Kant quien hipotetizó que la nebulosa solar rotaba lentamente en su origen. Esta nebulosa solar se fue condensando al enfriarse y aplanando gradualmente por el efecto combinado de las
fuerzas de
gravedad y
centrípeta formando, con el tiempo, la estrella central y los planetas. Partiendo de este modelo
Pierre-Simon Laplace formuló en
1796 una teoría más detallada, pero no más acertada, de la formación del sistema solar a partir de una nebulosa rotante primigínea. El concepto moderno equivalente al de nebulosa solar es el de
disco de acrecimiento. Tales
discos o nebulosas protoplanetarias han podido ser observados alrededor de estrellas muy jóvenes.