Los
oráculos griegos constituyen un aspecto fundamental de la
religión y de la
cultura griega. El
oráculo es la respuesta dada por un
dios a una pregunta personal, concerniente generalmente al futuro, como método de adivinación. Los oráculos no pueden ser pronunciados más que por algunos dioses, en los lugares precisos, sobre objetos determinados y con respeto a unos ritos determinados rigurosamente:
el oráculo se relaciona con un culto. Además, interpretar las respuestas de un dios, que se expresa de diversas formas, requiere a veces un aprendizaje. El oráculo necesita a menudo una interpretación.