La
política fiscal es una rama de la
política económica que configura el
presupuesto del Estado, y sus componentes, el
gasto público y los
impuestos, como variables de control para asegurar y mantener la
estabilidad económica, amortiguando las variaciones de los ciclos económicos, y contribuyendo a mantener una economía creciente, de pleno
empleo y sin
inflación alta. El nacimiento de la teoría macroeconómica keynesiana puso de manifiesto que las medidas de la política fiscal influyen en gran medida en las variaciones a corto plazo de la producción, el empleo, y los precios.