Polvo es un nombre genérico para las
partículas sólidas con un diámetro menor a los 500
micrometros (alternativamente, ver
polvos,
arena o
gránulos) y, en forma más general,
materia fina. En la
Tierra, el polvo que se encuentra en la
atmósfera terrestre proviene de varias fuentes, por ejemplo: polvo del
suelo levantado por el
viento,
erupciones volcánicas, incendios y
polución. El polvo disperso en el aire es considerado un
aerosol y puede tener efectos sobre las propiedades y comportamiento de la atmósfera frente a la radiación solar y efectos significativos en el
clima.