La
presión osmótica puede definirse como la
presión que se debe aplicar a una solución para detener el flujo neto de
disolvente a través de una
membrana semipermeable. La presión osmótica es una de las cuatro
propiedades coligativas de las
soluciones (dependen del número de partículas en disolución, sin importar su naturaleza). Se trata de una de las características principales a tener en cuenta en las relaciones de los
líquidos que constituyen el medio interno de los
seres vivos, ya que la
membrana plasmática regula la entrada y salida de soluto al medio extracelular que la rodea, ejerciendo de barrera de control.