La
transición demográfica es una
teoría demográfica que explicaría el paso de un
régimen demográfico preindustrial, presidido por altas
tasas de mortalidad y
natalidad a otro industrial con un fuerte incremento de la población y posteriormente postindustrial, con tasas muy bajas de mortalidad y natalidad. Aunque en principio quería dar cuenta, básicamente, de los cambios demográficos provocados por la
revolución industrial, su utilización, aunque con críticas y limitaciones, está en muchos sentidos vigente, ya que puede decirse que ha constituido un
paradigma en la
demografía de buena parte del
siglo XX.