El
sabor salado es uno de los cinco
sabores principales y responde a la capacidad específica de las
papilas gustativas ubicadas a ambos lados de la parte delantera de la
lengua. La detección se hace mediante
canales iónicos capaces de detectar los
iones solubles de
Na+,
K+ y otros
metales alcalinos. La
sal añadida a un alimento tiene efectos potenciadores de su sabor. Se ha descubierto a comienzos del siglo XXI que existe un receptor del sabor salado denominado
ENaC (
Epithelial Sodium (
Na)
Channel).