Los
saborizantes son preparados de sustancias que contienen los principios sápido-aromáticos, extraídos de la
naturaleza (vegetal) o sustancias artificiales, de uso permitido en términos legales, capaces de actuar sobre los sentidos del
gusto y del
olfato, pero no exclusivamente, ya sea para reforzar el propio (inherente del
alimento) o transmitiéndole un
sabor y/o
aroma determinado, con el fin de hacerlo más apetitoso pero no necesariamente con este fin.