Los
satélites de comunicaciones son un medio muy apto para emitir señales de radio en zonas amplias o poco desarrolladas, ya que pueden utilizarse como enormes antenas suspendidas del cielo. Se suelen utilizar frecuencias elevadas en el rango de los
GHz; además, la elevada direccionalidad de antenas utilizadas permite "alumbrar" zonas concretas de la
Tierra. El primer satélite de comunicaciones, el
Telstar 1, se puso en órbita el 10 de julio en 1962. La primera transmisión de televisión vía satélite se llevó a cabo en 1962.