Sofisticación, entendida positivamente, es la cualidad del refinamiento,
buen gusto,
sabiduría y sutileza, por oposición a la
crudeza,
estupidez y
vulgaridad; mientras que entendida negativamente es la opuesta es la cualidad de lo artificioso y
complicado, por oposición a la
sencillez, la
simplicidad, la
ingenuidad, la
inocencia y la
modestia. En una
sociedad de clases, la sofisticación se vincula con el
estatus social, los
privilegios y la superioridad derivada de la
jerarquía social.