La
tundra (del
ruso тундра, que significa ‘llanura sin árboles’ y del
lapón tūndâr que significa ‘tierra infértil’) describe la región biogeográfica polar, cuya vegetación es de bajo crecimiento más allá del límite norte de la zona arbolada. Es un
bioma que se caracteriza por su
subsuelo helado, falta de vegetación arbórea o, en todo caso, de árboles naturales, lo cual se debe a la poca
heliofanía y al estrés del frío glacial; los suelos, que están cubiertos de
musgos y
líquenes, son pantanosos, con
turberas en muchos sitios. Se extiende principalmente por el
hemisferio norte: en
Siberia,
Alaska, norte de
Canadá, sur de
Groenlandia y la costa
ártica de
Europa. En el
hemisferio sur se manifiesta con temperaturas mucho más parejas durante el año y en lugares como el extremo sur de
Chile y
Argentina,
islas subantárticas como
Georgia del Sur y
Kerguelen, y en pequeñas zonas del norte de la
Antártida cercanas al nivel del mar.