La
vaca marina de Steller (
Hydrodamalis gigas) es una
especie extinta de
mamífero sirénido de la
familia Dugongidae que medía unos 8
metros de longitud (hasta 10 en algunos casos) y pesaba de 4 a 10
toneladas, que presentaba la cola ahorquillada y una áspera piel negra. En comparación con sus parientes
manatíes y
dugongos, muestra los dientes reducidos a su mínima expresión numérica, siendo la forma mejor adaptada a la vida marina. El mayor sirenio que ha existido jamás, fue descubierto y descrito por primera vez por el médico
Georg Wilhelm Steller, integrante de la expedición rusa de
Vitus Bering en
1741, extraviado en la isla de Arachka (luego isla de Bering), frente a
Kamchatka. Su informe no solo entusiasmó a los zoólogos, sino también a los cazadores de focas y balleneros que vieron un negocio lucrativo, y desde ese momento se convirtió en una presa codiciada por los marineros, que la cazaron en gran número hasta su
extinción en
1768. Los barcos se sucedieron uno tras otro frente a Kamchatka, y apenas 27 años después de su descubrimiento fue abatida la última vaca marina de Steller. A partir del año 1854 no quedaba ya huella alguna.