Se llama
vivíparo a todo aquel
animal cuyo
embrión se desarrolla, después de la
fecundación, en una estructura especializada dentro del vientre de la hembra, en donde recibirá el alimento y el oxígeno necesarios para formar sus órganos, para crecer y madurar hasta el momento del nacimiento. En el caso de las
plantas, el término hace referencia a un tipo de reproducción a través de los
embriones, como por ejemplo en el caso de los
brotes o capullos, que se desarrollan desde un principio sin interrupción alguna, es decir, las plantas vivíparas producen semillas que germinan antes de separarse de la planta madre.