En la
Antigua Roma llamaban
Campo de Marte (
latín,
Campus Martius;
italiano,
Campo Marzio) a un terreno que se extendía al norte de la muralla servianaedificada por el sexto rey de Roma
Servio Tulio. El terreno estaba limitado al sur por el
Capitolio y al este por la colina Pinciana o monte
Pincio. El resto estaba rodeado por el río
Tíber que en ese espacio describía un gran
meandro. Se llamaba Campo de Marte porque desde época muy antigua existía allí un ara (altar) dedicada al dios
Marte, mencionada en las leyes atribuidas a
Numa Pompilio, segundo rey de Roma después de
Rómulo. En el año
388 a. C., el
tribuno Tito Quincio Cincinato, colaborador del cónsul
Marco Furio Camilo, erigió un nuevo templo a este dios para cumplir con un voto hecho en el periodo de la terrible
invasión de los
galos.