El
decreto 900 o ley de
reforma agraria en
Guatemala fue una de las metas del gobierno del coronel
Jacobo Árbenz Guzmán (1951-1954). Con ella se pretendía evitar que hubiera una relación de
latifundio-
minifundio. Todo esto se lograría al expropiar tierras ociosas de los grandes latifundistas para poder darlas en
usufructo a quienes no las tuvieran. Dicho procedimiento se lograba por medio de los Comités Agrarios Locales, los cuales recibían denuncias de tierras en estado ocioso, que pasaban a los Comités Departamentales y finalmente al Departamento Agrario Nacional. La reforma pretendía permitir a los
campesinos tener tierras para trabajarlas y darles la oportunidad de tener más ingresos. La Reforma Agraria causó numerosos cambios en Guatemala ya que muchos campesinos fueron beneficiados de la reforma, a costa de los dueños de las tierras ociosas. Pero por el impacto en las tierras de la
United Fruit Company (UFCO) en 1954, la oposición encontró el patrocinador que necesitaba para obligar al presidente Árbenz a renunciar la presidencia: la
CIA -de la que varios funcionarios tenían fuertes intereses en la
United Fruit Company o en el
Departamento de Estado estadounidense- organizó el plan
Operación PBSUCCESS que terminó con la invasión liderada por el coronel
Carlos Castillo Armas quien derogó la Ley de Reforma Agraria y restauró las tierras a sus antiguos propietarios, empezando por la UFCO.