La
Ilustración o
Escuela escocesa fue un movimiento cultural del
siglo XVIII escocés caracterizado por la destacada producción intelectual, científica, y cultural desarrollada en
Escocia, sobre todo a partir de la segunda mitad de siglo. Usualmente vista como una Edad de Oro en la historia de Escocia, la Ilustración escocesa significó la eclosión cultural de los escoceses, internacionalizándose y convirtiendo a
Escocia en uno de los principales focos culturales de
Europa. Para 1750, los escoceses se contaban entre los habitantes más cultos de Europa, con una tasa de analfabetismo estimada de tan sólo el 25%. El impacto del movimiento fue notable: en algún momento de la segunda mitad del siglo XVIII,
Edimburgo pasaría a ser apodada la «Atenas del Norte».