Una
sustancia corrosiva es una sustancia que puede destruir o dañar irreversiblemente otra superficie o sustancia con la cual entra en contacto. Los principales peligros para las personas incluyen daño a los
ojos, la
piel y el
tejido debajo de la piel; la
inhalación o
ingestión de una sustancia corrosiva puede dañar las
vías respiratorias y conductos gastrointestinales. La quemadura a menudo puede conducir a vómitos y fuertes
dolores de estómago. La exposición a la misma es denominada
quemadura química.