El
balance de materia es un
método matemático utilizado principalmente en
Ingeniería Química. Se basa en la
ley de conservación de la materia (la materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma), que establece que la
masa de un sistema cerrado permanece siempre constante (excluyendo, las
reacciones nucleares o
atómicas en las que la materia se transforma en energía según la ecuación de
Einstein E=mc
2, y la materia cuya
velocidad se aproxima a la
velocidad de la luz). La masa que entra en un sistema debe salir del sistema o acumularse dentro de él, así:
Los balances de materia se desarrollan comúnmente para la masa total que cruza los límites de un sistema. También pueden enfocarse a un
elemento o
compuesto químico. Cuando se escriben balances de materia para compuestos específicos en lugar de para la masa total del sistema, se introduce un término de producción (que equivale a lo que se genera en la reacción química menos lo que desaparece):
El término de producción puede utilizarse para describir velocidades de reacción. Los términos de producción y acumulación pueden ser tanto positivos como negativos.