La
cerámica de Delft es una
alfarería desarrollada desde finales del siglo XVI en la ciudad
Delft en los
Países Bajos. Se hizo muy popular por la calidad del
esmalte cerámico y el refinamiento de sus decoraciones pintadas. El esmalte blanco de estaño utilizado permitió a los ceramistas neerlandeses acercarse a la calidad y el aspecto de la porcelana china, muy valorada en el país e introducida por la
Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.