La
crisis del siglo III (también
anarquía del siglo III,
anarquía militar o
crisis imperial) hace referencia a un período histórico del
Imperio romano, de cincuenta años de duración, comprendido entre la muerte del emperador
Alejandro Severo, en el año
235, y el acceso al trono del
Imperio por parte de
Diocleciano en el año
284. Es éste un período de profunda crisis, durante el cual se producen fuertes presiones de los pueblos exteriores al Imperio y una fuerte crisis política, económica y social en el interior del Imperio. Tanto en
Italia como en las provincias irán surgiendo poderes efímeros sin fundamento legal, mientras que la vida económica se verá marcada por la incertidumbre de la producción, la dificultad de los transportes, la ruina de la moneda, etc.