La
encomienda fue una
institución socioeconómica mediante la cual un grupo de individuos debían retribuir a otro en trabajo, especie o por otro medio, para disfrutar de un bien o una prestación que hubiesen recibido. La institución de la
clientela estaba establecida en la
Europa romana desde el bajo Imperio hasta principios de la
Edad Moderna. Así, existía una
relación de dependencia por la que el más fuerte daba protección al más débil a cambio de comprometerse a guardar
fidelidad y entregarle determinados servicios.