El término
metrosexual describe a un hombre de la
sociedad post-industrial urbana, que se caracteriza por un desarrollado interés por el cuidado personal, la apariencia y el estilo de vida sofisticado, marcado fuertemente por la cultura del consumo y el
mercadeo dirigido. El término es acuñado en 1994 por el periodista
Mark Simpson para describir una creciente tendencia de la
cultura física y la
vanidad en hombres
heterosexuales que apropiaban aspectos
estereotípicamente asociados desde tiempo atrás con la cultura homosexual, aunque esta definición haya perdido vigencia, según el autor del término, debido a la separación de la tendencia metrosexual de la
orientación sexual de la persona, convirtiéndose en un término de mayor extensión que no distingue orientación sexual.