La palabra
micorriza, de origen griego, define la
simbiosis entre un
hongo (mycos) y las
raíces (rhizos) de una
planta. Como en muchas relaciones simbióticas, ambos participantes obtienen beneficios. En este caso la planta recibe del hongo principalmente nutrientes minerales y agua, y el hongo obtiene de la planta hidratos de carbono y
vitaminas que él por sí mismo es incapaz de sintetizar mientras que ella lo puede hacer gracias a la
fotosíntesis y otras reacciones internas. Se estima que entre el 90 y el 95
e las plantas terrestres presentan micorrizas de forma habitual.