La
arquitectura de la Antigua Roma es probablemente uno de los testimonios más significativos de la
civilización romana. Se caracteriza por lo grandioso de las edificaciones y su solidez que ha permitido que muchas de ellas perduren hasta nuestros días. La organización del
Imperio Romano normalizó las técnicas constructivas de forma que se pueden ver construcciones muy semejantes a miles de kilómetros unas de otras.