El Bombardeo de Barcelona del 3 de diciembre de 1842 fue un hecho producido en España durante la regencia de Espartero del reinado de Isabel II. Fue ordenado personalmente por el general Baldomero Espartero para acabar con una insurrección que se había iniciado en Barcelona el mes anterior y que había obligado al ejército a refugiarse en el castillo de Montjuic y en la fortaleza de la Ciudadela. El bombardeo artillero e indiscriminado de la ciudad fue hecho desde Montjuïc bajo el mando del capitán general Antonio Van Halen. El balance final arrojó 1.014 proyectiles lanzados, 462 edificios destruidos o dañados y entre 20 y 30 muertos.