El
canónigo es el eclesiástico provisto de una canonjía. Algunas iglesias no son regidas por un sacerdote individual, sino por un colegio o
cabildo: son las
catedrales y las
colegiatas. Entre las funciones de los cabildos está la recitación del oficio público de la Iglesia. Actualmente, el nombramiento de canónigos corresponde al
Vaticano, que suele delegar esa función en cabildos y
obispos. En España la provisión de canonjías está regulada por el
Concordato vigente. El hábito de los canónigos se compone generalmente de roquete o
sobrepelliz y
muceta, cuyo color varía según la
diócesis.