El
condado de Ribagorza fue uno de los existentes en el territorio que, durante la primera mitad del
siglo IX, algunos cronistas de la corte carolingia denominaron
Marca Hispánica. Comprendía las cuencas de los ríos
Ésera e
Isábena, además de una buena parte de la cuenca del
Noguera Ribagorzana. Aproximadamente se corresponde con la actual
aragonesa llamada
Ribagorza.