La
arquitectura herreriana,
estilo herreriano o
estilo escurialense, también denominada por algunos autores
manierismo clasicista, se desarrolló en
España el último tercio del
siglo XVI, coincidiendo con el reinado de
Felipe II (r.
1556–
1598), y continuó vigente en el
siglo XVII, aunque transformado por las corrientes
barrocas del momento. Se corresponde con la tercera y última etapa de la
arquitectura renacentista española, que fue evolucionando hacia una progresiva depuración ornamental, desde el
plateresco inicial hasta el purismo
clásico del segundo tercio del
siglo XVI y la absoluta desnudez decorativa que introdujo el estilo herreriano.