La
Guerra Guillermita de Irlanda, también conocida como la
Guerra jacobita de Irlanda, y en
gaélico como
Cogadh an Dá Rí o
La guerra de los Dos Reyes, estalló tras el destronamiento de
Jacobo II de Inglaterra en
1688 por su hija
María II de Inglaterra y su marido
Guillermo de Orange, nieto de
Carlos I. Provocó el levantamiento
jacobita de
Escocia encabezado por el
vizconde de Dundee, que se inició en las mismas fechas. Mientras Guillermo acabó con el jacobitismo en Irlanda y los siguientes levantamientos jacobitas se limitaron a Escocia e Inglaterra, la guerra iba a tener un efecto duradero en la isla, reforzando el gobierno protestante británico en el país durante un siglo. La
batalla de Boyne y el sitio de Derry aún son fechas celebradas en la actualidad por los
unionistas de
Irlanda del Norte.