Hécate (en
griego antiguo Ἑκάτη
Hekátē o Ἑκάτα
Hekáta) fue originalmente una diosa de las tierras salvajes y los partos, nacionalizada primero en la
Grecia micénica o en
Tracia, pero originada entre los
carios de
Anatolia, la región donde se atestiguan la mayoría de sus
nombres teofóricos, como
Hecateo o
Hecatomno, y donde Hécate permaneció como
Gran Diosa hasta tiempos históricos, en su inigualable lugar de culto en Lagina. William Berg señala que «dado que los niños no son bautizados en honor de espectros, es seguro asumir que los nombres teofóricos carios que incluyen
hekat- aluden a una deidad importante libre de los oscuros y desagradables lazos con el inframundo y la brujería que tuvo Hécate en la Atenas clásica». Los monumentos a Hécate en
Frigia y Caria son numerosos pero tardíos. Los cultos populares que la veneraban como diosa madre hicieron que fuese integrada en la
mitología griega. En la
Alejandría ptolemaica terminaría adquiriendo sus connotaciones de diosa de la hechicería y su papel como «Reina de los Fantasmas», bajo cuyo aspecto triplicado fue transmitida a la cultura post-
renacentista. Uno de sus aspectos es representado en la
Trivia romana.